La exposición prolongada a las radiaciones electromagnéticas afectan al organismo. Conviene conocer las fuentes de radiación, su ubicación y su nivel de propagación para evitar sus efectos dentro de lo posible.

Cada día proliferan más las antenas de telefonía que emiten radiaciones electromagnéticas (no ionizantes) perjudiciales para el organismo, especialmente las de cuarta generación (4G) y quinta generación (5G).

A continuación destaco efectos que señala un Informe de la Universidad de Granada sobre sobre efectos en el organismo de la exposición prolongada a los campos electromagnéticos:

  • Trastornos neurológicos como irritabilidad, cefalea, astenia, hipotonía, síndrome de hiperexcitabilidad, somnolencia, alteraciones sensoriales, temblores, mareos.
  • Trastornos mentales: alteraciones del humor y del carácter, depresiones, tendencias suicidas.
  • Trastornos cardiopulmonares: alteraciones de la frecuencia cardiaca, modificaciones de la tensión arterial y alteraciones vasculares periféricas.
  • Trastornos reproductivos: alteraciones del ciclo menstrual, abortos, infertilidad y disminución de la libido sexual.
  • Incremento del riesgo de algunos tipos de cáncer, como las leucemias agudas y los tumores del sistema nervioso central en la infancia.
  • Trastornos dermatológicos: dermatitis inespecíficas y alergias cutáneas.
  • Trastornos hormonales: alteraciones en el ritmo y niveles de melatonina, substancias neurosecretoras y hormonas sexuales.
  • Trastornos inmunológicos: Alteraciones del sistema de inmunovigilancia antiinfecciosa y antitumoral.

Los síntomas del síndrome de radiación aguda por exposición prolongada a campos electromagnéticos coinciden con los del denominado Covid19. Los efectos pueden verse amplificados hasta 1000 veces cuando hay ciertos tóxicos en nuestro cuerpo como es el óxido de grafeno, al parecer presente hoy día en muchos inyectables de uso común (sin razón sanitaria aparente).

La Unión Europea recomienda no superar ciertos límites (1999/519/EC). Límites recogidos en la normativa española (RD 1066/2001).

  • Exposición ocupacional 5.000 µW/cm2
  • Exposición público en general 1.000 µW/cm2

Pues bien, en la zona en que vivo, en la que hay poca radiación comparando con otras zonas, es normal superar los 5.000 µW/cm2 y por momentos supera los 8.000 µW/cm2

Es conveniente evitar la exposición prolongada a altas tasas de radiación de campos electromagnéticos situándose en los lugares más abrigados. Dicha información se tiene a mano en las direcciones siguientes y con un detector portátil de radiación que se puede adquirir por un módico precio. 

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