Cuento las peripecias ocurridas hasta encontrar la causa de que el vehículo, Opel Vectra B (diesel), con frecuencia le costara arrancar en frío o se negara a arrancar. Con la experiencia habría actuado de otra forma.

Lo compré nuevo en 1999, pero está muy bien. Sus 230.000 km hechos prácticamente en viajes largos por carretera no parecen haberle hecho mella. Es duro, de los que ya no se hacen. Cuidado, en garaje, mantenimiento, averías mínimas y funcionando perfectamente. Raramente se avería, pero de repente empezó a dar problemas con el arranque y se siguió siguiente proceso.

Revisar bomba de inyección

El mecánico focalizó el problema en primer lugar en la bomba de inyección. Se desistaló y de mandó a un taller especializado. Pasado más de dos meses vino de vuelta “reparada de una avería eléctrica”. Al día siguiente de sacar el coche del taller vuelve a dar problemas con el arranque y vuelta al taller.

Sustituir juntas de retorno de los inyectores

En esta ocasión el mecánico lo achacó a que podía estar entrando aire en el circuito de retorno del gasoil y propuso cambiar las juntas de los inyectores. También acordamos poner una bomba manual anti-retorno en el conducto de alimentación de gasoil, junto al filtro de gasoil, para retener el gasoil y llegado el caso bombearlo a mano. La reparación llevó su tiempo pero esta vez parecía que se había dado con la causa. El vehículo arrancaba bien, pero coincidía que entraba la primavera y en el sur ya hacía buena temperatura.

Entretanto había tomado la decisión de comprar un vehículo nuevo y ceder el Opel a uno de mis hijos, como vehículo complementario, quien realizó el recorrido de Andalucía a Castilla y León sin problemas, aunque me dijo que en las subidas no tenía el brío que esperaba. Pero en el norte, con un clima más frío, reaparece el problema del arranque y vuelve al taller.

Revisión alimentación de combustible

Las primeras pesquisas se centraron en descubrir posibles entradas de aire en el circuito del combustible. El mecánico dijo que el filtro de gasoil de los Opel fallan con el tiempo y daba buen resultado sustituirlo por el de Volkswagen; no obstante antes de cambiarlo sustituyó un tramo del conducto del gasoil por tubos transparentes para confirmar si por ahí entraba aire y no dió resultado porque el tubo transparente no tenía suficiente consistencia para soportar la temperatura del motor más la presión negativa que provoca la bomba del inyección para traer el gasoil desde el depósito.

Forzar actuación de los calentadores

Paralelamente, viendo que la temperatura ambiente podía estar influyendo, decubrimos por internet una acción que puede dar resultado en los vehículos con cierto tiempo y por tanto desgaste. Se trata de engañar al sistema para que los calentadores eléctricos, encargados de facilitar la combustión, se activen siempre al arrancar durate unos segundos, ya que el vehículo está configurado de fábrica  para que se activen solo por debajo de 0º. 

Se trata de desconectar el sensor de temperatura del líquido refrigerante durante 10 segundos, valíendose de un temporizador electrónico o incluso manualmente, para que el sistema interprete que la temperatura está por debajo de 0º y encienda los calentadores. A los 10 segundos, ya arrancado el motor, el sistema se restituye a su regulación normal.

Sopesando esta posible solución la aparcamos porque el cuadro de instrumentos empezó a mostrar iluminado el indicador de avería de motor y nos centramos en descubrir las posibles causas.

Revisión circuito de vacío

Al conectar el lector de diagnosis la pantalla mostró errores de la electroválvula del turbo y de la EGR. Revisando el circuito de vacío pieza a pieza: bomba de vacío (3), tubos de vacío, electroválvulas (1, 4 y 5) y actuadores de este sistema [turbo(2), egr (7) y válvula de turbulencia (6)], se descubrió que la válvula de turbulencia (6) estaba estropeada y causando pérdida de vacío en todo el circuito, influyendo en la electroválvula del turbo (1) y en la de la EGR (4).

Al sustituir la válvula de turbulencia se apagó el indicador de avería del motor y, sorprendentemente, el vehículo recuperó su brío en carretera y arrancaba perfectamente. Lo que tiene sentido porque, como se puede ver en la siguiente imagen, la válvula de turbulencia mueve las mariposas de admisión, quiere ello decir que influye en el régimen del motor, incluido el arranque. 

Chat gpt (IA)

 Preguntamos en el chatgp (inteligencia artificial) las funciones y efectos de la válvula de turbulencia. En síntesis responde lo siguiente:

  • La válvula de turbulencia en un coche, también conocida como válvula de mariposa de turbulencia o válvula de control de flujo, tiene como principal función optimizar la mezcla de aire y combustible en el motor, mejorando así la eficiencia de la combustión, reduciendo el consumo y las emisiones contaminantes. Optimizar en definitiva el rendimiento del motor en diferentes condiciones de operación.
  • Si la válvula de turbulencia está averiada, el coche puede presentar varios síntomas. Algunos de los más comunes son: Pérdida de potencia, ralentí inestable, mayor consumo de combustible, aumento de las emisiones, testigo de fallo del motor encendido, tirones o fallos en la aceleración y problemas de arranque.

Efectivamente, resulta que la válvula de turbulencia actúa sobre las mariposas de admisión provocando que el aire entre a los cilindros haciendo turbulencia para facilitar la combustión y mejorar el rendimiento. Y obviamente también facilita el arranque.

Lección aprendida (fallo arranque)

No viene mal haber revisado la bomba de inyección y sustituir las juntas de retorno de los inyectores, pero seguimos el orden equivocado. Empezamos por los más costoso y acabamos por los más rápido y fácil. Lo primero es leer errores con el lector de diagnóstico y antes de meterse con piezas mayores, asegurarse de la estanqueidad del circuito de vacío, pieza a pieza: bomba de vacío, tubería de vacío, electroválvulas y actuadores de este sistema (turbo, egr y válvula de turbulencia).

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