Para elegir el colchón hay que considerar la postura al dormir, el peso, la movilidad, temperatura o humedad y ver si las características de colchón se ajusta (firmeza, elasticidad, adaptabilidad, etc). 

Una tercera parte de la vida la pasamos en la cama así que antes de renovar el colchón de 1,50 x 1,90, estuve buceando por internet para ver los últimos avances en comodidad y confort (recomiendo visitar la web de la OCU), y tome algunas notas, las cuales junto con la orientación del vendedor (del Corte Inglés) y la prueba in sito (que no debe de pasarse por alto) han ayudado a tomar la decisión más ajustada a nuestros gustos y presupuesto.

Hemos optado por un colchón viscolástico Bultex Sidón, es un colchón de firmeza media, cálido, cómodo y confortable (ajustado a nuestros gustos y características).

Características generales de un buen colchón

El mejor colchón es el que respeta la curvatura natural de la columna vertebral durmiendo en posición supino o boca arriba y mantiene la columna en línea cuando se duerme de lado, a la vez que distribuye la presión de todas las partes del cuerpo y, además, al tumbarnos nos hace sentir confort.

Los efectos sobre la columna de un colchón fe firmeza media son diferentes a los rígidos y blandos. Al dormir de lado el colchón de firmeza media se adaptan al cuerpo y mantienen la como una alineada naturalmente mientras que los rígidos y blandos no mantienen las líneas del cuerpo y deforman la columna.

Asimismo al dormir en posición de supino o boca arriba los efectos sobre la columna de un colchón rígido (o blando) y de uno de firmeza media son diferentes. El colchón rígido (izquierda) fuerza la curvatura natural de la columna produciendo presión en la espalda y en los glúteos, mientras que el colchón de firmeza media (derecha) favorece la curvatura natural de la columna y distribuye el peso del cuerpo evitando la necesidad de moverse.

Por tanto, el colchón debe ser de firmeza media para que las curvas del cuerpo se acoplen y la columna se mantenga recta. Y debe ser adaptable, es decir, ceder (elasticidad) sin excesos bajo las partes con más peso del cuerpo (hombros y pelvis), ofreciendo a su vez un soporte firme para las zonas menos pesadas (apoyo en zona lumbar).

Cuando más rígido sea el colchón más fácil es moverse, contrariamente, cuando más blando es más difícil moverse por el esfuerzo que hay que hacer para salir del hoyo; además los rígidos son más frescos, sobre todo los de muelles, y los más blandos producen más calor.

Aspectos claves a la hora de elegir un colchón

A la hora de comprar un colchón hemos de tener en cuenta aspectos clave como nuestra postura habitual al dormir, peso, movimiento, temperatura, humedad, etc.

  • Postura: Para los que habitualmente duermen boca arriba es mejor un colchón más rígido. Para quienes duermen de lado es preferible un colchón más blando que permita al hombro y a los glúteos hundirse levemente.
  • Peso: A un cuerpo pesado le conviene un colchón más firme, para no hundirse en exceso lo que dificultaría el movimiento y daría calor.
  • Movimiento: Personas que se mueven mucho mientras duermen mejor un colchón más duro que te permita girarse sin esfuerzo. El colchón blando presenta resistencia al movimiento porque al estar el cuerpo hundido en el colchón cuesta más girar.
  • Personas calurosas, que sudan con facilidad o viven en un lugar cálido, es mejor un colchón más ventilado (los muelles ventilan mejor y son más frescos). Personas frioleras o viven en un lugar frío mejor un colchón menos ventilado (la espuma, el látex o el material viscoelástico guardan más el calor).
  • Humedad: En sitios húmedos hay que tener especial cuidado con los colchones menos ventilados especialmente con el látex. Los sumieres de láminas facilitan la adaptabilidad del colchón y facilitan su aireación.
  • Para usar en camas articuladas se necesita un colchón flexible (espuma, látex o muelles embolsados).
  • Para los alérgicos al polvo o asmáticos, es mejor usar un colchón de espuma o de látex (si no somos alérgicos al látex) con una funda lavable. Para los alérgicos a los ácaros, los colchones de látex son los más adecuados. En todo caso hay que lavar frecuentemente la ropa de cama para eliminarlos.
  • Si duermen juntos en una cama doble dos personas con pesos y costumbres muy distintas se puede optar por dos colchones unidos cada uno adaptado a las condiciones del usuario. No obstante, un colchón de látex o uno de muelles embolsados mantendrán también la independencia de movimientos.
  • Por último es muy importante la sensación de confort que produce el colchón sobre cada persona (hay que probarlos con tranquilidad en el comercio antes de comprarlo) y el precio.

Tipos de colchones y cualidades

Colchones de muelles

Los colchones de muelles son los más habituales, tienen buenos índices de amortiguación y elasticidad, aunque son firmes y no se adaptan bien a las diferentes presiones que ejerce nuestro cuerpo. Facilitan el movimiento durmiendo y son frescos porque tienen una buena ventilación interior. Mantienen cierta independencia de movimientos para los dos miembros de la pareja. Con el tiempo pierden firmeza y van hundiéndose por el centro con el peso.

Para suavizar la dureza de los muelles llevan varias capas: Un aislante para repartir el peso y no notar los muelles y un acolchado o relleno (textil, poliéster, HR... de mayor o menos calidad y eficacia dependiendo de la gama y el modelo), los acolchados de viscoelástico o de látex son los más recomendados. El tejido exterior debe ser hipoalergénico y de tacto agradable.

Hay varios tipos (muelles independientes, muelle continuo y muelles embolsados). Los que mejor se adaptan el cuerpo son los colchones de muelles en bolsitas de tela individuales. Además suelen llevar un buen recubrimiento normalmente viscolástico o de látex que los coloca a medio camino entre los colchones de muelles normales y los de espuma o látex.

Colchones de espuma

El colchón de poliéster o poliuretano debe tener una densidad mínima de 25 Kg./m³, y un espesor de 18 a 20cm. Cuanto más densidad mejor calidad y resistencia, y cuanto más capas de espuma de diferentes densidades mejor altura y mejor firmeza. La espuma es un material poco transpirable y provoca calor a la persona.

Hoy los colchones de espuma tienen el interior compuesto de diferentes zonas de firmeza adaptables a cada parte del cuerpo, varios canales de aireación y, en algunos casos, cada cara con una firmeza diferente.

Las espumas HR, de alta densidad, son duraderas y de alta resistencia al hundimiento, ofrecen unas características similares a un colchón de muelles de gama media. Son colchones firmes, pero conservan el tacto, la adaptabilidad y la suavidad de las espumas de calidad.

Las espumas HR de alta calidad son más higiénicas, permiten mejor transpiración en comparación con otros materiales sintéticos y brindan una mayor elasticidad. Son los más económicos.

Colchón viscolástico

Están hechos de una espuma especial de firmeza media (más duros que látex y mas blandos que muelles), que se amolda al cuerpo bajo los efectos del calor y la presión envolviendo la zona apoyada y ofreciendo una óptima distribución del peso corporal (ninguna zona del cuerpo queda sin apoyo).

La deformación perdura durante un tiempo cuando se cambia des postura (efecto memoria), lo que puede resultar incómodo, asimismo el material viscoelástico de densidad muy alta se convierte en envolventes, provocando un hundimiento pronunciado que entorpece el movimiento mientras se duerme y propicia posturas incorrectas, por eso se utiliza solo una capa delgada sobre otro soporte materia (muelles, espuma HR o látex).

La viscoelástica tiene un tacto suave, mullido y acogedor, aunque puede dar sensación de calor (es un material atérmico que no genera frío ni calor), para disminuir este efecto se recomienda elegir un colchón viscoelástico con muelles. Las propiedades del colchón viscolástico mejoran con una capa inferior más ancha de espuma HR de alta densidad que da firmeza al conjunto e incluso puede tener zonas de firmeza diferenciadas mara mejorar el descanso de las distintas partes del cuerpo, también se combina con látex y con muelles.

Es recomendable que el colchón viscoelástico tenga acolchado de materiales adaptables (látex o visco) para mantener la suavidad y acogida en contacto con el cuerpo.

Estos colchones necesitan aireación para que no se dañe su composición. Evitar soportes que impiden la aireación (bases barnizadas, camas bañera...). En zonas de mucha humedad o personas con problemas de sudor, se debe cuidar la aireación del colchón.

Colchones de látex

Estos colchones están hechos de espuma de látex natural, látex sintético y materiales auxiliares usados en distintas proporciones. El núcleo lleva perforaciones para facilitar la aireación, reducir el peso y crear zonas de resistencia.

Los colchones de látex ofrecen un sostén bastante firme, pero al mismo tiempo son muy flexibles y se adaptan bien a los contornos del cuerpo, distribuyendo la presión de manera uniforme. Son buenos aislantes del calor y mantienen un ambiente agradable en la zona de contacto.

Estos colchones son una buena opción para quienes se mueven mucho por la noche, pues el látex absorbe eficazmente los movimientos del cuerpo. También para parejas si uno se mueve mucho.

El principal inconveniente es que requieren cuidados extra porque al ser un material natural necesitan transpiración y aireación superior. Deben utilizarse sobre somieres multiláminas o bases transpirables adecuadas, y voltearse de arriba abajo y de pies a cabeza con frecuencia. El uso en zonas de excesiva humedad requiere aún mayor cuidado.

Colchones de viscolátex

El colchón viscolátex es una excelente combinación de la viscolástica y el látex. Ofrece la adaptabilidad y suavidad del látex y la adaptabilidad de la viscoelástica.

Consta de dos partes: un acolchado de espuma viscoelástica que aporta adaptabilidad y se ajusta al cuerpo perfectamente y un núcleo de látex que proporciona firmeza a la vez que suavidad y flexibilidad al conjunto y cuenta con varias zonas de descanso diferenciadas para proporcionar una mejor adaptación del colchón al cuerpo.

Es un colchón que se adapta a la fisonomía del durmiente evitando la aparición de puntos de presión, aportando una sensación de suavidad y proporcionando un descanso higiénico y confortable. Gracias a la eliminación de los puntos de presión, los colchones viscolátex proporcionan una sensación de ingravidez y reducen la necesidad de cambiar de postura durante el sueño, favoreciendo un descanso profundo.

Los colchones viscolátex se deben usar sobre somieres de láminas de madera, ya que este tipo de bases garantizan una correcta ventilación, nunca sobre bases tapizadas o bases no transpirables. También se pueden usar sobre bases articuladas. Este tipo de colchón deben utilizarse con fundas transpirables o que incluyan rejillas de ventilación para mayor transpirabilidad e higiene.

Mantenimiento del colchón

Con el paso del tiempo los colchones van perdiendo consistencia y grosor y dejan de ofrecer las características óptimas del descanso. Su vida útil suele ser de 10 a 15 años, pasado este tiempo conviene cambiarlos.

Acostumbrarse a ventilar bien el dormitorio es bueno también para mejorar la duración del colchón y esperar un poco antes de hacer la cama: así dará tiempo a que se evapore la humedad generada durante la noche.

Dar la vuelta a los colchones periódicamente, para que se usen por igual por todos lados. Así se alarga el plazo de las deformaciones. Usar preferentemente sumieres multiláminas para que el colchón esté mejor aireado, si no es posible hay que moverlo con mayor frecuencia.

Las fundas de colchón lavables son fundamentales para mantener en buenas condiciones el colchón.

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