El sistema D'Hont es una manera sencilla de aplicar proporcionalidad entre votos y escaños. Favorece las listas más votadas pero la distorsión no es significativa. El problema surge con las circunscripciones.

Este sistema distribuye los restos favoreciendo ligeramente las listas más votadas en lugar del redondeo aleatorio que resultaría de la distribución aritmética. La distorsión entre votos y escaños es insignificante comparado con los sistemas de representación de mayorías de Francia, Alemania, Canadá, Reino Unido o de Estados Unidos, poco propicios a las minorías.

Se aplica en Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, España, Finlandia, Grecia, Irlanda del Norte, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa y Suiza, Argentina, Colombia, Chile (municipales), Ecuador, Guatemala, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, Israel, Japón y Turquía.

Sistema D'Hondt

El Sistema D'Hondt es sencillo de aplicar. Para cada lista se divide el número total de votos obtenidos por 1, el cociente por 2 y así sucesivamente hasta N, siendo N el número de escaños de la circunscripción. Entre todos los cocientes de todas las divisiones se seleccionan los N mayores y a cada uno se le asigna un escaño

Ejemplo, supongamos que se presentan 7 partidos (listas) en una circunscripción con 21 escaños y que el escrutinio resultante es de 1.000.000 de votos válidos repartidos en:

  • Partido A: 391.000 votos
  • Partido B: 311.000 votos
  • Partido C: 184.000 votos
  • Partido D: 73.000 votos
  • Partido E: 27.000 votos
  • Partido F: 12.000 votos
  • Partido G: 2.000 votos

Por cada partido se hacen divisiones sucesivas, partiendo de los votos obtenidos, por los números enteros 1, 2, 3, 4, ..., N. De entre los cocientes del conjunto de partidos se seleccionan los 21 mayores y a cada uno de ellos se asigna un escaño.

El resultado (en rojo) de las elecciones para esa circunscripción sería: Partido A: 9 escaños, partido B: 7 escaños, partido C: 4 escaños y partido D: 1 escaño.

Análisis de resultados sistema D'Hondt

La tabla siguiente señala partidos, votos, escaños obtenidos por el sistema D'Hondt, votos por escaño y los escaños que corresponderían a cada partido aplicando las reglas de la distribución proporcional aritmética.

La proporcionalidad aritmética se ajusta a la realidad pero arroja decimales y no es directamente aplicable, porque hay que redondear y al hacerlo saldrían beneficiadas de forma aleatoria las listas con decimales por encima de 0,5 y perjudicadas las que estén por debajo; aún así podrían quedar restos sin aplicar o no aplicables porque sobrepasaría el número de escaños. El sistema D'Hondt tiene más lógica en un sistema de elección porque hace un redondeo coherente favoreciendo ligeramente las listas más votadas a costa de las menos votadas. Llevando los resultados de ambos sistemas a un gráfico resulta:

En el eje horizontal partidos por orden de más a menos votos obtenidos (A, B, C, E, F y G) y en el eje vertical número de escaños. La línea roja represente los escaños obtenidos con el sistema D'Hondt y la línea azul el resultado de la distribución proporcional (números decimales sin redondear). Como se aprecia la diferencia entre ambos sistemas es prácticamente despreciable y se hace redondeando al alza a los partidos más votados (línea roja por encima) y a la baja a los partidos menos votados (línea roja por debajo).

Causa de la distorsión del sistema electoral español

El problema importante del sistema electoral español no es la aplicación del sistema D'Hondt, sino el número de circunscripciones y los criterios para su determinación. Si las elecciones generales se hicieran con una única circunscripción el sistema D'Hondt proporciona una representación proporcional ajustada a la realidad y por supuesto mucho mejor que el sistema representativo en el que el que gana se lleva todos los votos.

Como ejemplo, hagamos un simulacro con el resultado de las elecciones generales de junio de 2016. En la columna C figura el número de escaños sumando los escaños de las circunscripciones, en la columna D el resultado si solo hubiera una única circunscripción y la columna E señala la diferencia. El verdadero resultado del voto nacional está en la columna D (una única circunscripción) no en la C y en ambos se ha aplicado la ley D'Hondt.  

Las 52 circunscripciones existentes en España distorsionan el conjunto, porque se pierden bastantes restos pudiendo ocurrir que algún partido no obtenga escaño a nivel nacional cuando sumando todos sus restos si lo obtendría. Esto explica que un partido nacionalista de una Comunidad Autónoma pueda obtener varios escaños mientras un partido estatal no consiga ninguno cuando sumando sus restos tiene muchos más votos que el primero. Para colmo el número de escaños que se asigna a cada circunscripción obedece a criterios políticos y no estrictamente al número de habitantes. Lo vemos con un ejemplo.

Canarias cuenta con un sistema electoral con topes y fórmulas, como la llamada triple paridad, que distorsiona enormemente la proporcionalidad: Se divide Canarias en siete circunscripciones (una por isla) y se distribuyen los 60 escaños del Parlamento siguiendo un triple reparto: Gran Canaria cuenta con los mismos representantes que Tenerife (15 cada una) y las cinco islas menos pobladas disponen del mismo número de escaños en la Cámara (30) que la suma de las dos capitalinas (30).

Esta configuración implica que en una comunidad de 2,2 millones de habitantes, los 1,8 millones de personas que viven en Gran Canaria y Tenerife eligen a tantos diputados como los 400.000 ciudadanos que suman La Palma, El Hierro, La Gomera, Lanzarote y Fuerteventura. "Es decir, en Canarias no decide la mayoría".

Conclusión

El sistema D'Hondt es sencillo y eficiente para relacionar votos y escaños de manera ajustada a las reglas de la proporcionalidad. Aunque favorece ligeramente las listas más votadas la distorsión es despreciable. Lo que desvirtúa los sistemas proporcionales son el número de circunscripciones y las diferencias de representación entre las mismas.

El sistema D'Hondt es proporcional y representa mucho mejor el voto emitido (el sentir popular) que un sistema mayoritario donde todos los escaños se asignan en cada circunscripción al partido más votado y a distorsión es importante beneficiando a la mayoría.

Referencia:

Interesante video sobre sistemas electorales donde se habla de la ley D'Hondt.

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