No hay fórmulas mágicas que garanticen librarse de la aparición del cáncer, influye la interacción de factores genéticos, hormonales, ambientales, hábitos de vida y tensiones emocionales.

PREVENCIÓN DEL CÁNCER

Es clave mantener una dieta alimenticia equilibrada y saludable para prevenir enfermedades y favorecer la resistencia del organismo a los procesos de inicio y supervivencia del cáncer o ayudar a su destrucción.

El organismo debe estar con un PH neutro, mejor ligeramente alcalino, para defenderse de enfermedades y tumores. Las células cancerosas permanecen latentes en un PH neutro, si cambia a ácido se desarrolla el tumor y si es alcalino se frena o incluso muere.

Para mantener un PH adecuado hay que eliminar o neutralizar los causantes de la acidez, que son los residuos y radicales libres producidos por los desechos del metabolismo, ya sea filtrando a través del hígado, riñones, pulmón, intestinos y piel (hígado, riñones, pulmón, intestinos y piel) o neutralizándolos con los antioxidantes que genera el propio cuerpo.

Los factores que estimulan la producción de radicales libres son: Inflamaciones, fumar, ejercicio físico, contaminación del aire, radiaciones electromagnéticas, dietas altas en ácidos grasos poliinsaturados, isquemias, carcinógenos, etc.

DIETA ANTICÁNCER

Una dieta adecuada favorece las condiciones que promueven la muerte de las células tumorales (apoptosis) porque contribuye a alcalinizar el organismo, reducir el estrés oxidativo (exceso de radicales libres), fortalecer el sistema inmune, controlar las inflamaciones y evitar la creación acelerada de vasos sanguíneos.

  • Alcalinizar el cuerpo. Una dieta abundante en agua, frutas y verduras frescas ayudan al buen funcionamiento del sistema de filtros y drenaje (hígado, riñones, pulmón, intestinos y piel) porque contribuyen a eliminar los causantes de la acidez.
  • Reducir el estrés oxidativo. Los alimentos antioxidantes [vitaminas A, C y E, minerales (selenio, zinc y cobre) y fitoquímicos (vegetales)] reducen los radicales libres.
  • Fortalecer el sistema inmune. Lo favorece una dieta variada de alimentos frescos y ricos en vitaminas (A, B, C y E), minerales (hierro, zinc y selenio) y en fitoquímicos (presentes en los vegetales).
  • Controlar inflamaciones. El cáncer provoca inflamaciones para desarrollarse. Para contrarrestar conviene tomar alimentos con propiedades antiinflamatorias. Los fitoquímicos de los vegetales son capaces de bloquear la acción inflamatoria de los tumores: Las "catequinas" del té verde, el "revesterol" del vino tinto o la "curcumina" de la cúrcuma (utilizada para la salsa curry).
  • Evitar la creación acelerada de vasos sanguíneos. El tumor necesita crear de manera acelerada vasos sanguíneos para alimentarse. Para contrarrestar conviene tomar alimentos como el champiñón comestible común o determinados tés verdes, especias e hierbas.

ANTIOXIDANTES

La células necesitan oxigeno para vivir, pero a la vez es una molécula que genera especies reactivas que las dañan favoreciendo su envejecimiento (estrés oxidativo). El organismo posee una compleja red de antioxidantes (enzimas - dimutasas, catalasas, peroxidasas - y coencimas - Q10) que evitan que las especies reactivas del oxigeno se formen o bien las eliminan antes de que dañen a las células.

Se ayuda al organismo en este proceso consumiendo alimentos antioxidantes. Los antioxidantes son ampliamente utilizados como ingredientes en complementos dietéticos pero no hay que abusar porque el consumo excesivo puede ser perjudicial. Es suficiente con adoptar una dieta alimenticia equilibrada.

Los factores que pueden estimular la producción de radicales libres (estrés oxidativo) son: Inflamaciones, fumar, ejercicio físico, contaminación del aire, radiaciones electromágnéticas, dietas altas en ácidos grasos poliinsaturados, isquemias, carcinógenos, etc.

Dentro de los efectos adversos de los radicales libres se citan: los daños a la membrana celular, al colágeno, al ADN, al material cromosómico y a las proteínas, enzimas y moléculas que regulan los niveles de calcio intracelular (Cooper, 1995).

ALIMENTOS A REDUCIR EN DIETA ANTICÁNCER

Sustituir azúcares refinados, harinas blancas y arroz blanco

Sustituir los azúcares refinados por néctar de ágave, miel de acacia o azúcar de coco; la harina blanca por harina integral; y el arroz blanco por arroz integral. Asimismo hay que

Reducir las patatas, azucarados y edulcorados

Reducir las patatas, los os cereales inflados y azucarados de los desayunos; las confituras, mermeladas y gelatinas; la fruta cocida en azúcar y la fruta en almíbar; las bebidas edulcoradas y el alcohol (se puede tomar un par de copas de vino en las comidas).

Reducir la leche y productos lácteos

A partir de los 6/7 años de edad los productos lácteos pueden resultar perjudiciales para la salud y hasta pueden favorecer el cáncer. En China donde los adultos no toman leche ni productos lácteos se producen muchos menos cánceres de próstata y de mama que en occidente donde los productos lácteos forman parte importante de la dieta habitual. Los chinos que viven en EEUU acaban padeciendo estos cánceres en el mismo porcentaje que la media del país.

Evitar carnes rojas y productos de carne de cerdo (embutidos)

Las grasas de origen animal (cargadas de omega-6) rompen el equilibrio fisiológico del organismo con efectos de obesidad e inflamatorios y con riesgo de padecer cáncer.

Mejor consumir carne magra y huevos orgánicos de animales criados en el campo con pastos o con piensos que contengan linaza y no criados a base de maíz, soja y trigo, que son los culpables del exceso de omega-6 en la carne.

Evitar también las carnes que contengan hormonas de crecimiento rápido porque estimulan la molécula IGF que tiene efectos inflamatorios y cancerígenos.

Evitar grasas de origen animal

Reducir la mantequilla, la manteca, el sebo (y sus mezclas), la grasa de pollo y los aceites de pescado (el pescado sí es beneficioso).

Limitar los aceites vegetales (excepto oliva y linaza)

Moderar el consumo de aceites vegetales (excepto oliva y linaza). Los omega 6 y omega 3 de los aceites vegetales son grasas insaturadas saludables, pero están muy descompensados. El exceso de omega-6 tiene efectos inflamatorios y cancerígenos. Por eso hay que compensarlo con omega-3. El aceite de girasol tiene 70 veces más omega-6 que omega-3, el aceite de soja tiene 7 veces más y el aceite de colza tres veces más.

Evitar grasas hidrogenadas (grasas trans)

Reducir al máximo las grasas hidrogenadas porque tienen todavía mayores efectos inflamatorios y cancerígenos que el exceso de ácidos grasos omega-6. Se utilizan para que los productos duren más en las estanterías (galletas, postres, patatas fritas, etc.). Ver etiquetas y descartar. La margarina se basa en aceites vegetales tratados químicamente convirtiéndolos en grasas hidrogenadas perjudiciales (grasas trans). Es preferible la mantequilla.

Evitar las conservas, los ahumados y el salazón

Este tipo de alimentos tiene diversas sustancias cancerígenas.

Evitar la comida fácil y la comida envasada

Los alimentos pre-cocinados suelen contener conservantes con efectos cancerígenos (ver etiquetas y descartar). Tampoco es recomendable recalentar los alimentos varias veces.

Evitar dietas cargadas de alimentos energéticos

El sobrepeso favorece el cáncer.

Evitar cocinar en barbacoa, fritos y plancha

Cuando se cocina carne o pescado en barbacoa, sartén o plancha, a partir de los 140º se forman pigmentos marrones y ciertos productos químicos que son potentes carcinógenos. Cuanta más temperatura más se producen. Se conoce como reacción de Maillard. Lo mejor es cocinar al vapor, sin grasa ni aceite.

Por orden de más saludable a menos saludables se puede citar: el microondas, hervido, guisado, olla a presión, asado, frito con aceite abundante o freidora, frito con poco aceite, a la parrilla y a la brasa de carbón. La olla a presión está bien para legumbres y cereales, pero no para la verdura porque se alcanzan 140º y a partir de los 95º se pierden los fitoquímicos (antioxidantes-antiinflamatorios).

ALIMENTOS A REFERZOAR EN DIETA ANTICANCER

Los alimentos actúan sobre varios mecanismos del organismo al mismo tiempo y combinándolos adecuadamente es posible aumentar sus efectos sobre un número mayor de procesos presentes en la creación y desarrollo del cáncer. La influencia continuada de la dieta alimenticia aumenta su eficacia y, a la vez, su actuación suave no provoca efectos secundarios.

Reforzar la dieta con productos de origen vegetal

Las plantas no pueden moverse y para defenderse de insectos, bacterias, etc. están provistas de fitoquímicos con propiedades antimicrobianas, antifúngicas e insecticidas; y para protegerse de la intemperie los fitoquímicos de las plantas tienen propiedades antioxidantes que evitan que se oxiden sus células. Los antioxidantes pueden relentizar o prevenir enfermedades cardiovasculares y degenerativas como el cáncer, el alzhéimer o el propio envejecimiento.

Los fitoquímicos se encuentran en:

  • Hortalizas y verduras frescas variadas (huir de las envasadas). Diariamente tomar una buena ensalada variada con aceite de oliva (o linaza) o un buen gazpacho con tomate, ajo, aceite de oliva y pimiento (todos anticancerígenos).
  • Hierbas como romero, tomillo, orégano, albahaca, hierbabuena, perejil y apio. O especias como la cúrcuma (quizá el más potente antiinflamatorio natural).
  • Frutas frescas. Varias piezas de fruta al día, pero preferiblemente que sean bajas en fructosa como: moras, bananas, toronjas, uvas, melón dulce, kiwi, limón, lima, naranja, mandarinas, maracuyá o fresas.
Reforzar la dienta con alimentos ricos en fibra

Cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, que regulan el sistema digestivo y aportan moléculas esenciales en la protección y prevención del cáncer.

Tomar pescados azules o grasos

Los pescados azules contienen grasas poli-insaturadas y omega 3 que ayudan a regular los niveles de colesterol. Se encuentran especialmente en los pescados azules o grasos (atún, salmón, sardina, boquerón, trucha, bonito, caballa, anguila, arenque, cazón, congrio, chicharro, emperador, pez espada, lamprea, palometa, bacalao, hipogloso...). Además el pescado tiene minerales como yodo, selenio y proteínas de alta calidad. Consumir 3 veces a la semana.

Tomar solo carnes blancas. Pollo, pavo, ternera o conejo, en sustitución de la carne roja y embutidos. Comprobar que sean animales criados con pasto y piensos que contengan linaza (evitar con maíz, soja y trigo responsables del omega-6). No cocinar a altas temperaturas para evitar la reacción de Maillard.

COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS (FITOTERÁPICOS)

Los complementos alimenticios concentran las propiedades naturales de las plantas para prevenir o tratar las enfermedades, incluido el cáncer. Estos complementos fitoterápicos ayudan a la medicina tradicional y en algunos casos hasta pueden ser una alternativa.

La medicina tradicional trata de "destruir" el tumor por tres vías: cirugía, radioterapia y crioterapia o quimioterapia. Pero lo más natural es fortalecer el organismo y sus mecanismos de defensa para destruir las células tumorales. Conseguir la sinergia del uso combinado de todos los recursos: medicina tradicional, fitoterapia (principios activos de las plantas), oligoterapia (minerales esenciales), hidroterapia (ósmosis percutánea), ozonoterapia (inundar de oxigeno al organismo), etc.

Los principios activos de las plantas suelen tener efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antisépticos y producen beneficios a diferentes órganos y funciones del organismo (ajo, alcachofa, arándano, cola de caballo, diente de león, aceite de germen de trigo, gimseng, hinojo, jengibre, levadura de cerveza, olivo, omega 3, papaya, soja, té verde, vinagre de manzana, selenio, magnesio, cromo, etc.)

Consultar al especialista antes de consumir complementos fitoterápicos, sobre todo si se están tomando medicamentos, en embarazo o ante una intervención quirúrgica. Y mantener siempre una dieta equilibrada, hábitos de vida saludables, hacer ejercicio físico si se puede y reducir tensiones emocionales.

MEDIDAS COMPLEMENTARIAS PARA PREVENIR EL CÁNCER

Mantener un hábito regular de comidas en cantidad y en horario. No tomar alimentos demasiado calientes ni demasiado fríos. Ingerir bastantes líquidos a lo largo del día. Y reducir la sal (preferible usar sal marina).

Limitar el consumo de alcohol a un par de vasos de vino tinto al día y siempre en la comida. Abandonar el hábito de fumar (el alcohol y el tabaco se asocian con más del 50% de los tumores malignos).

Realizar ejercicio físico de forma habitual, por ejemplo caminar diariamente al menos una hora, que se puede complementar con otro tipo de ejercicio físico. En caso de estar en tratamiento hacer el ejercicio con moderación en cuanto sea posible.

Evitar envolver los alimentos en plástico y, sobre todo, evitar calentarlos en envases de plástico. El plástico traslada moléculas cancerígenas a los alimentos.

No utilizar perfume directamente sobre la piel, hacerlo sobre la ropa. El perfume suele llevar incorporados productos para retener el olor que entran en el cuerpo a través de la piel y pueden favorecer el cáncer.

EN RESUMEN

Para prevenir y contener el cáncer es muy recomendable adoptar un patrón de alimentación con ingesta de productos de origen vegetal (hortalizas, frutas, aceite de oliva, cereales integrales, frutos secos, semillas y legumbres), pescado y carne magra o proteínas de origen vegetal de alto valor biológico..

Es importante combinar todos los efectos para conseguir que el tumor muera: Eliminar sustancias tóxicas potencialmente cancerígenas, alcalinizar el organismo y mantener en buen funcionamiento los filtros naturales y sistemas depurativos del organismo, fortalecer el sistema inmune, impedir que los tumores creen la inflamación que les sirve de fertilizante para su crecimiento y bloquear el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos necesarios para el desarrollo de tumores (angiogénesis).

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Otto Warburg (1883-1970). Fisiólogo alemán. Premio Nobel en fisiología

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